¿Por qué entonces surgen las guerras?
A esta pregunta se le pueden dar muchas respuestas, todas ellas carentes de sentido si consideramos que no merece la pena dedicar tiempo a responder cualquier excusa que las justifique, y si volvemos a leer las 2 primeras palabras de éste escrito y que tanto defendemos si se nos pregunta directamente.
Simplificando el dilema de este modo, se pueden encontrar los mercados a potenciar (en lugar del armamentístico) para evitar este tipo de conflictos mortales.
¿Qué tal hacer llegar alimentos y medicinas, en lugar de misiles y armas químicas?
¿Qué tal ofrecer nuevas infraestructuras en lugar de armamentos?
¿Qué guerra se soluciona con otra guerra?
Se justifican las inversiones en armas como forma de seguridad ante posibles ataques, cuando lo realmente posible es que si pulsan "el botón" no habrá ninguna seguridad.
Las guerras son un bucle de muerte y destrucción donde aliados unos, aliados los otros; sin desearlo ninguno, aunque parezca una paradoja; se comienza la fatalidad.
Se habla con ligereza de la 3ª Guerra Mundial, y de tanto mencionarla, seguro que surge más pronto que tarde, es como si estuviéramos en disposición de que ésta suceda. De ser así, sería la peor guerra jamás conocida, con la posibilidad del exterminio de la Humanidad.
Evitar guerras es un Arte que se practica sin armas, ofreciendo más vida en lugar de destrucción. Reorientando impulsos de venganzas y temores hacia intercambios sociales, culturales y comerciales más fructíferos para ambas partes, definiendo unas nuevas panorámicas modernas y globalizadoras que "combatan" las discrepancias con LA GENEROSIDAD de todos los involucrados. Si no se cambian los métodos, aportando buenas e innovadoras soluciones de Paz, se repetirá la misma Historia, hasta que nadie quede para escribirla.
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