olvidar durante el plácido sueño de la noche
todo lo negativo,
dejarlo atrás en el pasado,
en el pasado del día anterior,
que ya se fue.
Este acto de Amor,
nos depura,
nos limpia de todo rencor,
y despertamos renovados.
Amar es vivir cada día,
día a día,
noche tras noche,
con la sana voluntad
de aceptar los designios
de los misterios que nos rodean
como eso, como misterios,
que por algo son así,
misteriosos.
Y sin más se Ama,
renacidos a cada instante.
Tal vez, sólo tal vez,
en este tránsito,
los misterios se vuelvan Amor,
Amor misterioso,
que con todo su potencial
nos envolverá para siempre,
descubriéndonos que el misterio,
los misterios,
no son más que esa sensación de Amor creciendo dentro de nosotros/as. "
