sábado, 27 de abril de 2013

Por la Semana de la Salud Mental...365 días al año de Conocimientos.



OLOR A MENTA

Empezar a fumar, y dejarlo en varias ocasiones, era el sin sentido que vivía una joven que podría ser tu hermana o tu hermano.
Cuatro años fumando como una chimenea, una cajetilla de cigarrillos por día, lo que ella llamaba un suicidio lento y silencioso.
Dosis de nicotina que mientras destruían su cerebro, la ayudaban a distraerse con el cigarro entre los dedos, el humo, y la sensación mental de estimulación y relajación que le producía el tabaco.

Su conflicto interno para lograr dejar de fumar la absorbía en todo momento. Este sentir la hacía repudiarse y amarse a la vez.
Por un lado se aferraba a la idea de que el tabaco era natural y fumado por los indígenas desde tiempos remotos como símbolo de la Paz, y por otro lado, leía los mensajes constantes escritos en las cajetillas que advierten que “fumar mata”.
En este ir y venir de pensamientos encontrados, se sentó con las piernas cruzadas para meditar su problemática, deseando encontrar la fuerza de voluntad suficiente para dejar de fumar.

Todo su sentir se volcó en esa necesidad, y de repente le ocurrió algo inesperado… un aroma a menta invadió su sentido del olfato. Intensamente, el olor a menta le comenzó a quitar las ganas de fumarse otro cigarrillo.
Sorprendida, se puso en pie, tratando de localizar de dónde provenía esa esencia constante que percibía a través de su nariz, pero por más que miraba no hallaba ninguna planta, ningún ambientador, nada de nada…

¿De dónde provenía ese aroma a menta? Se preguntaba una y otra vez, sin dar crédito a lo que la estaba sucediendo. 

Estaba perpleja, pero sentía un bienestar completo, el olor a menta le había quitado las ganas de fumarse ese cigarrillo que tanto le “apetecía” llevada por el vicio del tabaco al que estaba sometida. 

Asombrada se acostó respirando profundamente, oxigenando sus pulmones, sintiéndose libre de la necesidad de tener que fumarse un cigarrito antes de dormir.
Al amanecer las ganas de fumar habían desaparecido, y de hecho, no volvió a fumar jamás recordando lo que le había sucedido.

Al contar su experiencia, surgieron tres versiones que explicaban aquel fenómeno. La primera, la más mística o mágica, era que el Misterioso Universo la había ayudado a aumentar su fuerza de voluntad para dejar de fumar, enviándole ese aroma a menta para depurarla; las segundas razones, las más científicas, eran que su Cerebro, mediante la sugestión a la que lo había sometido, había reproducido ese olor para sanarse, una conjugación perfecta entre mente y cuerpo; no obstante, la tercera versión, la más reconocida y aceptada científicamente, es que estuvo en pleno brote de Esquizofrenia; un desdoblamiento mental entre la realidad y un conjunto de síntomas extrasensoriales que enajenaron su persona.


Increíble pero cierto. 


¿Has sentido algo parecido alguna vez?

Si es así, debes ir al Hospital inmediatamente y explicar lo que te sucede para que te ayuden a recuperar el sentido verdadero de la realidad, aunque a ti te parezca que se trata de un fenómeno paranormal.

domingo, 14 de abril de 2013

AFORISMOS del día ...

AFORISMOS: Declaraciones u oraciones concisas que pretenden expresar un principio de una manera sucinta y coherente.